
A mi me gustaba mi vida por esas épocas, se me había hecho costumbre escribir con birome en cuadernos que había encontrado y a los cuales trasportaba de acá para allá, por si en algún momento se me ocurría alguna idea fantástica. Sabías que el silencio me desesperaba y de eso te abusabas, creando toda una inestable atmósfera en la que en adecuarse a esas formas de conducirse se me perdía la calma.
Yo lo sé, yo te ví, caminando lo más rápido posible hacia lugares menos peligrosos en los que encontrabas refugio de esta, una forma lisérgica de existencia.
Lo cierto es que te agitabas de tanto reírte, verme así era muy cómico lo admito, y vos que perdías tu aire.
No hay comentarios:
Publicar un comentario