Sector B-Dos.-

Doblando hacia la izquierda, el blanco del pasillo te nublaba un poco la vista y por más que lo intentabas no eras capaz de dejar de caminar, atrás había quedado tu viejo estilo que te hacía resaltar del resto en tu simple forma de anteponer un pie al otro al pasar, como prueba fiel de tu eterna seguridad.
Ahora, por primera vez y sin saber por qué, pero ya sin planteártelo, buscabas lo No-predecible, lo No-envasado, lo No-precocido.
Te paraste frente a una puerta de metal que combinaba un tono gris con el anaranjado del óxido de una manera muy espontánea. No te molestaste en buscar picaporte alguno, con sólo pararte a su lado, esta se abrió de par en par, dejando pasar, ahí a tu blanco pasillo, una cantidad asombrosa de arena amarilla.

No hay comentarios: