De repente él me miró fijo y con su mano congelada sujeto mi brazo, de una forma por demás violenta, puso su boca pegada a mi oído y dijo:
- Si lo soy, soy lo mismo de siempre, tu fantástica creación, sos vos la de problema Naty, sos vos quien no me escucha y no me da espacio. Estas perdida y no voy a decirlo más, es la cantidad de casas que armaste con fichas de dominó lo que te distrae.
Asentí. Diego siempre tiene la razón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario