Vincent Price



Fue la irrupción de la voz de Vincet Price la que nos llamo la atención, creo que susurraba al oído en ese, el día en que me había decidido a sostener un muro con mi cráneo. Con la frente en alto, pero pegada a la pared, el contacto continuo con el cemento y los ladrillos eran una buena purga en esos momentos oscuros anteriores, esos en los que la falta total de un estilo propio, lo habían hecho todo nublado.

Pero todo eso ya había pasado. Podía escuchar a Vincet Price en mi cabeza, podía verlo reír con sus interesantes bigotes rústicos. Cuando volví a vivir todo eso, estaba sentada en las mesas pegajosas de un bar de moda, estaba pensando en canciones viejas, estaba volviendo a encontrar a Diego.   

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