Creo que fue por esa necesidad de querer siempre olerte de cerca que el simple hecho de verte llegar lo era todo.
Estabas abatido, sin saber cuál era realmente tu Power Ranger favorito, vivías entre preguntas que no se respondían en este planeta. Fue por ésas épocas que volviste a mí aterrorizado de las alturas y los aviones.
Yo lo sé, yo te ví desesperadamente buscando un Mouse que valla perfecto con la forma de tu mano. Se te hacía imposible llegar a conclusiones y no te dabas cuenta que mientras el tiempo se te pasaba dejándote por completo imposibilitado de ver las patentes de tu línea de colectivos favorita.
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