Fue cuando se dispuso a pensar en una tortura peor a esa triste realidad ¿Acaso lo sería doblar una esquina y que la vereda este cubierta de Voligoma pegando, primero sus zapatos, luego sus medias y luego sus pies? No, no lo creía, pero tal situación si sería totalmente dramática.
No hay comentarios:
Publicar un comentario