El gigante.-


“Sería simplemente divertido que hoy la calle no este atascada por simples autos y conductores furiosos, se que hoy al doblar la esquina habrá un gran gigante sentado, que al desarrollar su adicción por los tornillos ha podido adaptar sus manos a esta terrible situación siendo demasiado chicas para las reales dimensiones de su cuerpo.
Yo me acercaría a Él y le ofrecería un poco del líquido para frenos de el colectivo que tengo escondido detrás de el ultimo asiento, dicen que la combinación de estos dos son para los gigantes como la combinación cerveza- maní para las personas.”
Mario pensaba en eso y se reía, atascado otra vez en el transito de Buenos Aires.

1 comentario:

ese hombre de la lapicera en la mano dijo...

hace mucho que no leia algo tan grosso amiga