Fue cuando no hacia mas que encerrarme en el placard con un alfajor de mis favoritos pero sin poder parar de llorar que diego abrió esa puerta para dejar pasar la luz y dijo: “No estés triste Naty, vos sabias cómo terminaba esto. Siempre sospechaste lo que había detrás, no hacías más que esperar ese final para volver a ser vos. No, no me mires con esos ojos brillosos, y no busques en mí soluciones que sólo vos tenés. Es hora de ser real y de hacerse cargo de lo que uno es. Basta, basta de buscar una pileta de coca cola, cuando sabes que siempre amaste a la 7-Up” Asentí, Diego siempre tiene la razón.
Pd..: Perdón por las necesarias repeticiones enfermas.-
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