
Lo que si recuerda es que era todo blanco, se encontraba sentado pero cerrando sus ojos de a poco, pronto a recostarse cuando, se exaltó de la nada y se le ocurrió olfatear, a sus costados y luego al cielo, se paró y comenzó a caminar, sin rumbo.
Ahora Pablo piensa y por más vueltas que le de al asunto no logra entender en qué realidad se descubre a un gato caminando con tanta seguridad de saber cuál es el camino y no se tiene tiempo de seguirlo.
Verdad Revelada: es seguro que en muchos países del mundo cuando uno quiere mudase, si es una familia numerosa, juntos se encargan de levantar la casa familiar entre todos y vuelven a plantarla en el Nuevo Barrio.-
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