
Ahora con él ya no se comparte todo, ya no se duerme en la misma cama y ya no se le abraza con cariño como antes.
Ahora pasa a ser un objeto que ha sido reemplazado por la tarea o por la pelota de fútbol.
Y pronto, será un simple recuerdo, guardado en una caja grande con otros a los que también se les ha vencido el periodo de vida útil.
Querido oso, extrañaremos tu compañía, aunque no te sacaremos de tu caja.-
1 comentario:
¿cuántos osos-personas habremos metido en una caja?
u.u
Publicar un comentario