juguetes perdidos.-

Otra historia triste podría ser la del juguete que luego de acompañar a una persona en su proceso de desarrollo como tal, deja de ser un bien de lo mas preciado.
Ahora con él ya no se comparte todo, ya no se duerme en la misma cama y ya no se le abraza con cariño como antes.
Ahora pasa a ser un objeto que ha sido reemplazado por la tarea o por la pelota de fútbol.
Y pronto, será un simple recuerdo, guardado en una caja grande con otros a los que también se les ha vencido el periodo de vida útil.
Querido oso, extrañaremos tu compañía, aunque no te sacaremos de tu caja.-


1 comentario:

Fack dijo...

¿cuántos osos-personas habremos metido en una caja?


u.u