Ingratitud.-

Trabajo ingrato el de las vaquitas de San Antonio que van por su corta vida escuchando los deseos de la gente y que al momento en que estos se hacen realidad, después de todo el empeño que pusieron en ello, nadie las recuerda. Nadie en este mundo valora el trabajo de estas genios de los deseos, una lastima y un homenaje a ellas. Gracias, totales.

1 comentario:

Dalmiro dijo...

yo no recuerdo que me hayan cumplido ningún deseo!!!

tampoco los trenes!!!

no les debo nada.-