“Se que la señora que esta sentada de la mano derecha, en el cuarto asiento y que parece que lleva simples bolsas de supermercado, dentro de una de ellas esconde una caja de madera muy vieja, en su interior su secreto mejor guardado, una llave que habre la puerta escondida de un árbol que esta por la plaza San Martín. Allí habitan unos duendes que esperan de lo mas ansiosos la llegada de su humana amiga ya que les trae chapitas de metal, alimento favorito para los miércoles a la tarde, después de las 17.30”
En eso pensaba Mario mientras miraba por el espejo del costado del colectivo a la señora con cara de misteriosa.
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