Hoy.-

Estar ahí en esa fila interminable, esperando, triste, sabiendo que hoy es un día de miércoles, ¿¿Acaso hay algo en este mundo que pueda remontar un día como hoy?? En realidad no es un día, es una vida como esta la que es irremontable, maldecir al país, al gobierno de turno, al anterior y a todos los antepasados juntos no salva la situación. Ya no queda nada para hacer hay que agachar la cabeza al ver la cara de decepción del empleador o temblar hasta llegar y esperar que no note que uno llega tarde.
No hay forma, hay que esperar en esa fila hoy y dar tiempo a que para mañana todo se solucione, sabiendo que no existe remedio al hecho real de no tener medios económicos suficientes que lo salven a uno de tremenda situación de tener que ir al trabajo todos los días en el trasporte público.
Yo los veo, ya arriba de mi propio colectivo y maldigo a la urbanidad y a las buenas costumbres que no le permiten a uno acercarse a esos extraños que esperan y preguntarles que se siente seguir esperando.-

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